Aunque hoy en día la tecnología en las llantas ayuda a que éstas no se desinflen en segundos al sufrir una ponchadura, sí es posible que de vez en cuando toque cambiar una llanta, sobre todo en temporada de lluvias. Para lograrlo, sin sucumbir en el intento, los expertos de Goodyear te dan las siguientes recomendaciones:
·Estaciona el vehículo a la orilla del camino de forma que no afecte el tráfico normal de la vía.
· Activa el freno de mano para que el vehículo no ruede.
· Verifica que cuentas con las herramientas que se necesitan.
· Afloja las tuercas de la llanta ponchada.
· Instala el gato cerca de la llanta ponchada y asegúrate de que el vehículo no vaya a liberarse o resbalarse del mismo.
· Quita la llanta ponchada.
· Pon la llanta de refacción e instala nuevamente las tuercas.
· Baja el vehículo suavemente accionando el gato hidráulico y vuelve a apretar las tuercas, esta vez con mayor fuerza para asegurar que queden bien fijas.
Por último, asegúrate de guardar todo sin necesidad de organizarlo, después puedes hacerlo con más tiempo y ayuda.
Después de superar la ponchadura, es recomendable buscar el taller de servicio o “vulcanizadora” más cercano para reparar la llanta y volverla a montar. Recuerda que la llanta de refacción no es la solución definitiva sino una ayuda mientras logras repararla.
Pide en el taller o “vulcanizadora” que pongan la llanta de refacción en su lugar y sal confiado porque ya tienes el conocimiento para superar una ponchadura sin ayuda e incluso puedes usar tu experiencia para ayudarle a otros.
