Los cuidas y los mimas, te preocupa que siempre estén abrigados, que no se lastimen y por sobre todas las cosas, que crezcan felices porque son tus hijos y los quieres más que a nada.
Sin embargo, también cuando viajan en auto tienes que darles la protección adecuada. Sigue estos consejos y asegúrate de que siempre tengan un viaje seguro.
Los niños deben ir en el asiento trasero.
Es importante comprender la importancia de cumplir esta medida de seguridad. Los asientos delanteros del auto están preparados para personas de un metro y medio en adelante. Si tu hijo utiliza el cinturón de seguridad de estos asientos, la parte superior le pasará por el cuello en vez de por su clavícula, y la parte inferior quedará en su abdomen, en lugar de pasarle por los huesos de la cadera (que están en formación hasta los 12 años).
El cuerpo de los niños es mucho más frágil que el de un adulto, y esto podría herirlo en caso de sufrir algún accidente. Además, la bolsa de aire está diseñada para el tórax del adulto, por eso en el caso de un niño, lo más seguro es que impacte en su cabeza o cuello.
El cinturón de seguridad siempre puesto.
No pongas en marcha el auto hasta que todos estén asegurados (esto corre tanto para los hijos como para los padres). Los accidentes ocurren en un instante y está comprobado que es más probable que se produzca un choque en un viaje corto que en uno largo. El cinturón de seguridad va a evitar que tus hijos se golpeen contra las partes internas del vehículo, contra otros pasajeros e incluso que salgan despedidos.
Usa sillas de seguridad para tus hijos.
Según su peso y talla, los niños deben usar asientos especialmente diseñados para cada edad. Los bebés de hasta 10 kilos deben viajar en sillas para vehículos o “huevitos”, que se sujetan mediante el cinturón de seguridad. Éstos deberán colocarse en el sentido inverso al desplazamiento del auto debido a que ante una frenada brusca el cuello del bebé podría sufrir algún daño.
Para los niños y adolescentes de 10 a 18 kilos, se recomienda que utilicen sillas de seguridad que se deben colocar mirando hacia adelante. Finalmente, arriba de 18 kilos tienen que viajar con un asiento elevador o booster, para poder usar correctamente el cinturón de seguridad del auto.
No viajes con tu hijo en las piernas.
Sin importar lo fuerte que lo sujetes, no vas a poder asegurarlo en caso de sufrir un accidente. Ten en cuenta que ante un impacto a 60km/h, un niño de 23kg. se convierte en una masa de 1,400kg. Además, la fuerza de una frenada puede hacer que salga despedido del auto, que choque contra el tablero o bolsa de aire, o que lo aplastes con el peso de tu cuerpo.
Evita llevar artículos sueltos en el auto.
Guarda en la cajuela todo lo que vaya suelto, cualquier artículo, una mochila, un paraguas. En caso de frenar repentinamente, podrían convertirse en proyectiles y lastimar a tus hijos o a ti mismo.
Pase lo que pase, ¡nunca dejes a un niño solo en el auto!
No importa si son solamente unos minutos para buscar algo o tocar un timbre, las consecuencias de dejar a tu hijo desatendido pueden ser imprevistas e insólitas. Por ejemplo, podría desactivar el freno de mano sin saberlo y hacer que el auto se deslice, o golpearse mientras juega en el asiento.
Para que tus hijos viajen seguros, revisa los neumáticos.
Al ser el punto de contacto del auto con el suelo, resultan fundamentales para mantener la seguridad de los niños y adolescentes, y la tuya, ya que son los que te van a permitir frenar a tiempo ante alguna eventualidad y evitar así un accidente. Es importante que revises su desgaste y que la presión sea la que sugiere el fabricante del auto en su manual.
Finalmente, no te olvides de hacer la alineación y balanceo para disfrutar junto a tu familia una conducción más cómoda y segura.